Rehabilitación del suelo pélvico: consejos y ejercicios

7 MIN 17 mayo 2022

El suelo pélvico está compuesto por una capa muscular que recubre la parte inferior de la pelvis. Su función principal es sostener la vejiga y elintestinoen los hombres, y el útero en las mujeres. No es casual que estas estructuras, situadas por encima del suelo pélvico, se conozcan como órganos pélvicos..

La falta de tonicidad y entrenamiento de estos músculos, sobre todo con la edad, pueden causar diversos problemas, que van desde la disfunción eréctil hasta la incontinencia urinaria, pero no sólo. En este artículo, nuestros fisioterapeutas te explicarán los beneficios de la rehabilitación del suelo pélvico y una serie de ejercicios sencillos que puedes hacer en casa para aprender a mantener el control de esta parte del cuerpo.

 

¿Dónde se encuentra la zona pélvica? Un poco de anatomía

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Los músculos de la zona pélvica se desarrollan, como una «hamaca», desde la parte anterior de la pelvis hasta el cóccix y desde una tuberosidad isquiática a la otra en sentido lateral. Esta «hamaca» consta de dos estructuras principales: el músculo elevador del ano y el músculo coccígeo (o isquiococcígeo).

Los músculos del suelo pélvico tienen la capacidad de moverse hacia arriba y hacia abajo y este movimiento es crucial porque cuando inhalamos nuestro diafragma (es decir, el músculo de la respiración) se contrae hacia abajo para abrir los pulmones y, a la inversa, cuando exhalamos, el diafragma vuelve a subir a su posición normal.

¿Para qué sirve el suelo pélvico?

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El suelo pélvico permite muchas funciones fisiológicas, desde contener los órganos del bajo vientre hasta evitar las pérdidas urinarias e incluso mejorar la función sexual.
A continuación se enumeran las principales funciones de los músculos pélvicos:

  1. Mantener los órganos pélvicos en las posiciones correctas (vejiga, intestino y útero).
  2. Permitir el autocontrol de las funciones vesical e intestinal mediante los músculos del esfínter. Esto nos permite controlar la emisión de orina, heces y la expulsión de gases intestinales, así como retrasar el vaciado hasta el momento adecuado.
  3. Función sexual:en los hombres, los músculos del suelo pélvico son importantes para mantener la erección durante las relaciones sexuales y evitar la eyaculación precoz. En cambio, en las mujeres, ejercitar la contracción de los músculos del suelo pélvico puede ayudar a mejorar las relaciones sexuales.
  4. Relajar y aumentar el espacio de expansión de los pulmones durante la respiración.
  5. Durante el embarazo,el suelo pélvico proporciona un excelente apoyo al feto.

Tener unos músculos del suelo pélvico fuertes y entrenados nos permite realizar las actividades cotidianas más insignificantes, como toser, reír y levantar pesos, ya que se añade fuerza extra al abdomen para ayudar a sostener y contraer la parte superior del cuerpo.

Síntomas de los problemas del suelo pélvico en hombres y mujeres

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Existen varios signos y síntomas que las personas experimentan cuando tienen un problema con los músculos del suelo pélvico. A continuación enumeramos algunos de los problemas más comunes causados por el strong>debilitamiento de los músculos pélvicos:

  • disfunción urinaria;
  • disfunción eréctil;
  • eyaculación precoz;
  • eyaculación dolorosa;
  • dolor pélvico crónico.

Síntomas de disfunción del suelo pélvico en los hombres

  • Estreñimiento o tensión intestinal..
  • Dolor localizado en la región pélvica, los genitales, el recto o la pelvis, a veces incluso durante las relaciones sexuales.
  • Prolapso pélvico: puede dar la sensación de presión incómoda en el recto o de necesidad de ir al baño sin verdadera necesidad.
  • Pérdida accidental de orina al hacer ejercicios, reír, toser o estornudar.
  • Sensación de urgencia al tener que ir al baño, o no llegar a tiempo.
  • Necesidad frecuente de orinar o evacuar.
  • Dificultad para vaciar la vejiga (micción discontinua –parar y volver a empezar varias veces) y los intestinos.
  • Dolor en la zona lumbar que no puede explicarse por otras causas.
  • Disfunción eréctil.
  • Eyaculación precoz y/o dolorosa.

En particular, cuando se trata de la función eréctil,la contracción de los músculos del suelo pélvico sirve para impedir que la sangre fluya fuera del pene. Cuando los músculos están débiles, no se interrumpe la salida de sangre del pene, lo que provoca disfunción eréctil. Por consiguiente, aprender a controlar los músculos del suelo pélvico puede ayudar a prevenir la eyaculación precoz.
La incontinencia urinaria también tiene una relación directa con los músculos del suelo pélvico. Estos músculos se contraen como mecanismo de cierre del canal que va de la vejiga a la uretra, por lo que su debilitamiento puede provocar pérdidas y goteo.

Síntomas de disfunción del suelo pélvico en mujeres

  • Dolor o entumecimiento durante el coito.
  • Dolor en la región pélvica, los genitales o el recto.
  • Prolapso: puede percibirse como una hinchazón en la vagina (sentir/ver un bulto o protuberancia dentro o fuera de la vagina) o una sensación de pesadez, incomodidad, sensación de tracción, arrastre o caída.
  • Pérdida accidental de orina al hacer ejercicios, reír, toser o estornudar (incontinencia por esfuerzo).
  • Sensación de urgencia al tener que ir al baño, o no llegar a tiempo.
  • Necesidad frecuente de orinar..
  • Dificultad para vaciar la vejiga (micción discontinua –parar y volver a empezar varias veces) y los intestinos.
  • La sensación de tener que evacuar a menudo en poco tiempo.
  • streñimiento o tensión intestinal.
  • Expulsión accidental de aire.
  • Dolor en la zona lumbar que no puede explicarse por otras causas.

El prolapso es una afección frecuente que puede producirse debido a la debilidad de los músculos del suelo pélvico en las mujeres. Esto se debe a que el útero, la vejiga, los intestinos o la parte superior de la vagina se desplazan de su posición normal y empujan hacia la vagina. Esto puede causar dolor y molestias, pero puede mejorarse con ejercicios del suelo pélvico y cambios en el estilo de vida. Al igual que en los hombres, la incontinencia urinaria en las mujeres también tiene una relación directa con los músculos del suelo pélvico, que, si se debilitan, provocan desagradables pérdidas.

Remedios y tratamientos para la disfunción del suelo pélvico

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La disfunción del suelo pélvico es una afección tratable. Existen muchas formas de tratar los problemas del suelo pélvico de forma conservadora (es decir, no quirúrgica) y deben considerarse como la primera opción terapéutica.

El tratamiento cambia en función de la naturaleza de la afección o del motivo de la disfunción.

Tratamiento farmacológico

Existen varios fármacos que pueden recetarse en función de la causa y de los problemas del suelo pélvico.

Por ejemplo, el tratamiento farmacológico es especialmente frecuente en la incontinencia urinaria.El proceso de envejecimiento puede provocar cambios hormonales que impactan negativamente en los músculos del suelo pélvico y provocan su laxitud/estiramiento. Por lo tanto, las terapias hormonales sustitutivas para mujeres posmenopáusicas se pueden utilizar para controlar o mejorar los síntomas.
En cambio, si el sujeto padece de vejiga hiperactiva o incontinencia de urgencia, existen medicamentos que ayudan a relajar la vejiga y reducir la frecuencia de la micción.

El tratamiento farmacológico es aún más eficaz cuando se utiliza en combinación con otras estrategias,,como ejercicios del suelo pélvico y cambios en el estilo de vida.

Tratamiento quirúrgico

En algunos casos, cuando han fracasado otros tratamientos conservadores, la cirugía puede ser la mejor opción para tratar la disfunción del suelo pélvico.

La incontinencia y el prolapso pueden tratarse con distintos tipos de intervenciones quirúrgicas destinadas a modificar las estructuras pélvicas o implantar soportes, como los cabestrillos de malla sintética.
Se calcula que entre las personas con trastornos del suelo pélvico, 1 de cada 9 recurre a la cirugía para resolver el problema. Sin embargo, hay riesgos que deben tenerse en cuenta, ya que las cirugías no siempre son exitosas y pueden sufrirse recidivas con el tiempo.

También existen opciones menos invasivas, como las inyecciones de Botox para la incontinencia de urgencia o los agentes voluminizadores para ayudar a reducir la incontinencia por esfuerzo.

Rehabilitación del suelo pélvico

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La fisioterapia es el principal tratamiento para la disfunción del suelo pélvico. Aunque la literatura en este ámbito es limitada, existen algunas pruebas que destacan la importancia de la fisioterapia. La investigación se ha centrado principalmente en el papel que pueden desempeñar los fisioterapeutas mediante la educación sobre las modificaciones del estilo de vida y la prescripción de ejercicios útiles para reducir el riesgo de síntomas no deseados.

Los beneficios de la rehabilitación del suelo pélvico:

  • El entrenamiento de los músculos del suelo pélvico ha demostrado ser beneficioso tanto para la incontinencia urinaria como para los síntomas del prolapso.
  • El entrenamiento del suelo pélvico también parece mejorar la función sexual.
  • El entrenamiento de estos músculos mejora su contractilidad y función..
  • Las directrices recomiendan un plan de entrenamiento del suelo pélvico bajo la supervisión de un fisioterapeuta durante al menos tres meses como tratamiento inicial para quienes sufren incontinencia por esfuerzo o urinaria.

Gimnasia de suelo pélvico: ejercicios útiles para hacer en casa

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Los ejercicios para el suelo pélvico se dividen en contracciones mantenidas durante poco tiempo y contracciones mantenidas durante mucho tiempo. Ambas son igual de importantes para un entrenamiento adecuado y un buen funcionamiento de la musculatura del suelo pélvico.

La gran ventaja de este tipo de gimnasia es que puede realizarse en cualquier lugar de forma independiente: sólo se necesitan unos minutos al día (¡y sin sudar!) para mantener nuestro suelo pélvico entrenado.

Contracciones cortas

  • Mantener el suelo pélvico contraído, visualizando la sensación de detener el flujo de orina de repente y reteniendo el aire al mismo tiempo.
  • Contracción on/off: apretar – soltar – apretar – soltar.
  • Recomendamos 8-10 repeticiones para empezar, aumentando el número de repeticiones cada semana.

Las contracciones cortas entrenan las fibras de contracción rápida del músculo del suelo pélvico para reaccionar rápidamente a movimientos espontáneos como toser, estornudar o reír. Estas fibras entran rápidamente en acción para evitar pérdidas o contratiempos. Entrenar los músculos del suelo pélvico con estas contracciones cortas y rápidas puede ayudar a mantener estas fibras preparadas para reaccionar ante cualquier eventualidad.

Contracciones largas

  • Contraer el músculo del suelo pélvico, visualizando de nuevo la sensación de detener bruscamente el flujo de orina y retener el aire.
  • Mantener la contracción el mayor tiempo posible. Esto es difícil, pero establecerá un punto de partida dado por el tiempo máximo alcanzado.
  • Repetir este ejercicio de 3 a 5 veces, intentando aumentar la duración de la contracción cada semana.

Las contracciones largas de los músculos del suelo pélvico entrenan la función de forma diferente a las cortas. Este tipo de estrategia de entrenamiento se centra en las fibras de contracción lenta del suelo pélvico, responsables de la fuerza y la resistencia. Esto garantiza que el suelo interno permanezca firme, tenso y en la posición correcta para mantener todos nuestros órganos internos exactamente donde deben estar.

 

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